Un hombre sembró el terror en una planta de procesamiento en Japón tras herir a quince personas en un ataque combinado con arma blanca y sustancias químicas. El sospechoso ingresó a las instalaciones de la fábrica y comenzó a aguijonear a los trabajadores para luego rociar ácido sobre otro grupo de empleados que se encontraba en el área de producción. Los servicios de emergencia de Japón acudieron de inmediato al lugar para atender a los heridos, de los cuales tres se encuentran en estado crítico debido a la gravedad de las quemaduras y las lesiones punzocortantes. La policía local logró reducir al atacante en el sitio del suceso, procediendo con su arresto bajo cargos de intento de homicidio y asalto agravado en territorio japonés.
Las investigaciones preliminares en Japón indican que el agresor podría ser un exempleado de la empresa que actuó por resentimiento laboral, aunque los motivos exactos aún están bajo análisis forense. El sistema de salud de Japón se movilizó para garantizar que las víctimas del ataque con ácido reciban el tratamiento especializado necesario para minimizar las secuelas de la exposición química. Este tipo de actos violentos son extremadamente inusuales en Japón, un país conocido por sus bajos índices de criminalidad, lo que ha generado una gran conmoción en la opinión pública internacional. Las autoridades de seguridad han acordonado la fábrica mientras los peritos recolectan evidencia técnica y testimonios que permitan esclarecer la planificación detrás de este brutal atentado que ha sacudido a la sociedad de Japón.
