El partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile, disputado anoche en el Estadio Libertadores de América, fue suspendido tras graves enfrentamientos entre las hinchadas de ambos equipos. El encuentro, empatado 1-1 al inicio del segundo tiempo, se vio interrumpido por actos violentos que incluyeron el lanzamiento de objetos, butacas, palos y hasta un inodoro desde la tribuna de la Universidad de Chile hacia los aficionados locales, dejando varios heridos. La barra de Independiente respondió con más violencia, según imágenes viralizadas en redes sociales.
La Conmebol, a través de su Dirección de Competiciones y Operaciones, canceló el partido por falta de garantías de seguridad por parte del club local y las autoridades. El caso será remitido a los Órganos Judiciales de la Conmebol para determinar sanciones, que podrían incluir multas, anulación del resultado, deducción de puntos, cierre de estadio o descalificación, según el artículo 18 del reglamento disciplinario. Toda la información sobre los incidentes será enviada a la Comisión Disciplinaria para su evaluación.
El partido de ida había finalizado 1-0 a favor de la Universidad de Chile. La violencia desatada ha sido ampliamente repudiada por los aficionados al fútbol, y se espera una resolución oficial de la Conmebol en los próximos días.
