El único fallecido en el atentado con coche bomba en Guayaquil resultó ser un taxista que se encontraba circulando por la zona comercial de manera accidental al momento de la explosión. El conductor fue una víctima colateral, el destino final de un ataque dirigido a sembrar el terror, que dejó también más de 26 heridos. Su muerte subraya la escalada de violencia indiscriminada en la ciudad.
Casi dos horas después del estallido, registrado en la avenida Joaquín José Orrantia, una zona de alta afluencia comercial y hotelera, una llamada telefónica confirmó sus temores: el fallecido era Wellington, conocido cariñosamente como Gigo, un taxista guayaquileño de 55 años que se encontraba junto al vehículo en el que trabajaba cuando ocurrió la explosión.
“Mi sobrino no es la persona que aparece en los videos grabando; esa es otra persona. Él estaba parado junto al taxi que alquilaba para trabajar. Al iniciarse la detonación, por la onda expansiva, una pieza del carro cayó sobre él y lo golpeó en la cabeza, causándole la muerte. Estábamos atentos a lo que se veía en redes, sin saber que se trataba de nuestro familiar. Él ni siquiera se acercó al lugar; la muerte lo sorprendió mientras esperaba pasajeros”, relató una allegada.
Fuente: Diario Extra