El The New York Times informó que cerca de 6.700 marines estadounidenses se dirigen hacia las costas de Venezuela en una operación que, según Washington, busca enfrentar a los cárteles de la droga, aunque los analistas advierten que los objetivos podrían ser más amplios.
Para este domingo, se prevé la llegada del Escuadrón Anfibio Iwo Jima, compuesto por buques de asalto con 4.500 marineros, acompañado de la Unidad Expedicionaria de Marines #22 con 2.200 efectivos. La artillería desplegada incluye tres destructores de misiles guiados Arleigh Burke, los mismos que han sido utilizados en operaciones recientes contra los hutíes en Medio Oriente.
El movimiento militar coincide con el incremento de la tensión en Caracas, donde el gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado el reclutamiento militar y emitido órdenes de movilización interna. La situación recuerda a episodios históricos: en julio, el expresidente Donald Trump firmó una directiva que autoriza el uso de la fuerza militar contra cárteles catalogados como “terroristas” y simultáneamente declaró a Maduro líder del llamado “Cártel de los Soles”.
Este mismo patrón, señalan analistas, se repitió en los días previos a la invasión de Panamá en 1989, cuando Estados Unidos justificó la captura del entonces general Manuel Antonio Noriega bajo acusaciones de narcotráfico.
El despliegue marca un punto de inflexión en las relaciones entre Washington y Caracas, con el Caribe convertido nuevamente en escenario de una escalada militar que podría tener consecuencias regionales.