El Kremlin ha calificado de “histeria” las recientes acusaciones de que sus aeronaves han violado el espacio aéreo de países de la OTAN. Esta respuesta se produce luego de que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugiriera que la Alianza debería derribar los aviones rusos en caso de incursión. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las afirmaciones de violaciones aéreas son “infundadas” y la aviación rusa respeta todas las normas de vuelo.
La tensión ha ido en aumento tras una serie de incidentes reportados por países de la OTAN en las últimas semanas. A principios de septiembre, Polonia, Rumania y Estonia denunciaron que aeronaves rusas habían entrado en su espacio aéreo. Un incidente particularmente grave ocurrió entre el 9 y el 10 de septiembre, cuando una veintena de drones penetró en Polonia, un evento sin precedentes en la historia de la Alianza desde su fundación. Cazas neerlandeses lograron derribar a tres de ellos.
Ante la situación, la OTAN ha advertido a Moscú que la “escalada” debe detenerse, afirmando estar preparada para defenderse por todos los medios. La situación ha generado una escalada verbal y militar, con la OTAN reforzando su postura de defensa y Rusia negando cualquier responsabilidad. La negación de Rusia no ha disuadido a la OTAN de tomar medidas, y se espera que las tensiones continúen mientras no haya una solución diplomática.