La tensión entre Tailandia y Camboya se ha reavivado después de que el Ejército tailandés detectara nuevas minas terrestres en la zona limítrofe entre ambos países, lo que Bangkok considera una violación del acuerdo de paz vigente. Las autoridades tailandesas presentaron supuestas pruebas de la reciente colocación de minas, luego de que dos militares resultaran heridos la semana pasada por la explosión de uno de estos artefactos.
El portavoz gubernamental, Siripong Angskasakulkiat, anunció que el Ejecutivo de Tailandia buscará una solución al conflicto y no descarta recurrir a mecanismos multilaterales si el diálogo bilateral con Camboya fracasa, reservándose el derecho a “responder apropiadamente a las provocaciones”. El Ministerio de Exteriores comunicó que el primer ministro, Anutin Charnvirakul, enviará una carta al presidente Donald Trump para solicitar presión internacional sobre Camboya. Los choques fronterizos tienen raíces históricas y, a pesar de un acuerdo de paz firmado en octubre para operativos conjuntos de desminado y retiro de armamento, los expertos advierten que la paz sigue siendo frágil mientras no se aborde el conflicto territorial de fondo.








