Tras la muerte del papa Francisco el 21 de abril de 2025, la Catedral de la Inmaculada Concepción en Cuenca abrió sus puertas para exhibir reliquias del pontífice, atrayendo a decenas de fieles que buscan rendirle homenaje. En un altar adornado con flores, velas y una imagen de la Sagrada Familia bendecida por Francisco en 2017, se exponen la casulla, la estola y la mitra que usó durante su visita a Ecuador en 2015. Estas vestimentas, elaboradas por artesanas azuayas con motivos como macanas y símbolos religiosos, fueron utilizadas en la misa del Parque Bicentenario en Quito.
El arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez Caicedo, destacó el cariño que Francisco sentía por la ciudad, a pesar de no haberla visitado, y subrayó su legado de humanidad y fe práctica. “Nos enseñó a tener los pies en la tierra y el corazón en el cielo”, afirmó Pérez. La exhibición, que estará disponible toda la semana, ha generado una atmósfera de recogimiento, con feligreses rezando por el alma del papa, fallecido a los 88 años. Este acto refuerza la conexión espiritual de Cuenca con el pontífice, cuya visita en 2015 marcó un momento de unidad en el país.