Los transportistas de Guayaquil han iniciado una paralización parcial de sus labores en respuesta a la eliminación del subsidio al diésel, una medida del Gobierno que, según el gremio, los ha afectado económicamente. Un 30% del transporte público de la ciudad dejó de operar este lunes como medida de protesta. En el caso de Virgilio Arévalo, dueño de una unidad de la línea 154, la decisión de no trabajar fue tomada en familia, ya que, según dijo, está “trabajando a pérdida”. Arévalo explicó que, antes, llenaba el tanque de su bus con $90, pero ahora el costo se ha elevado a $170.
Rodrigo Pilla, otro transportista afectado, decidió no empezar su jornada laboral en el horario habitual. En lugar de iniciar sus rutas a las 05:00, su bus de la línea 20 comenzó a operar dos horas después. Pilla afirmó que el aumento en el precio del diésel es una “gran afectación”, ya que antes llenaba el tanque con $50, pero ahora debe invertir $85. Ambos transportistas se sienten perjudicados por la falta de un precio “focalizado” para el diésel, un punto que será abordado en las mesas de diálogo con el Gobierno.
A pesar de la paralización parcial, Christian Sarmiento, directivo de la transportación urbana de Guayaquil, confirmó que un 70 % de las unidades de transporte público de la ciudad se encuentran operativas. Sin embargo, en sectores del sur como Flor de Bastión se reportaron demoras y largas filas de pasajeros que esperaban un bus. En la Terminal Terrestre, las instalaciones estaban llenas de usuarios.
