La reciente medida del gobierno ecuatoriano que elimina el subsidio al diésel para vehículos automotores, y que sube el precio del galón de USD 1,80 a USD 2,80, ha generado gran incertidumbre entre los propietarios de buses del transporte urbano en Guayaquil.
Los transportistas señalan que este ajuste representará un impacto directo en sus costos operativos. Algunos conductores explican que el llenado del tanque, que anteriormente les costaba alrededor de USD 40, ahora puede aumentar entre USD 10 y USD 15 por tanque, lo que afecta su capacidad de operar con normalidad.
El Decreto Ejecutivo 126, firmado por el presidente Daniel Noboa, establece que la medida entrará en vigencia a partir del 13 de septiembre de 2025 y estará vigente hasta el 11 de diciembre de 2025. Posteriormente se aplicará un mecanismo de bandas para los precios del diésel, de manera que varíen según las fluctuaciones internacionales.
Para mitigar el incremento en los costos del transporte público, el Gobierno anunció que 23.300 choferes del servicio urbano, inter e intraprovincial recibirán compensaciones mensuales que van entre USD 400 y USD 1.000. Además, se activará un programa de renovación de flota con créditos y bonos de chatarrización, tasa preferencial, etc.
A pesar de las promesas de compensación y de que el pasaje “no subirá ni un centavo”, según declaraciones oficiales, muchos transportistas dudan de que las ayudas sean suficientes o lleguen a tiempo. Se anticipan reuniones del sector para evaluar alternativas, incluyendo posibles ajustes en horarios o cambios en la jornada de trabajo, para enfrentar el incremento en costos.