Israel anunció la reapertura parcial del paso de ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza, tras admitir que evitar una hambruna es necesario “por razones diplomáticas”. El anuncio se produjo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera públicamente la gravedad de la crisis la semana pasada.
“Debemos encargarnos de eso. Mucha gente está muriendo de hambre… Están pasando muchas cosas malas”, dijo Trump en un foro empresarial en Abu Dabi, durante su reciente gira por Medio Oriente. Sus palabras resonaron en un escenario marcado por la creciente presión de aliados occidentales hacia Israel, que enfrenta crecientes cuestionamientos por las condiciones extremas a las que está sometida la población civil en Gaza.
La respuesta oficial israelí no tardó en llegar. El primer ministro Benjamin Netanyahu explicó el lunes que el ingreso limitado de alimentos responde a una estrategia política y militar para sostener la campaña contra Hamas sin perder apoyo internacional. “No debemos dejar que la población caiga en la hambruna, ni por razones prácticas ni por razones diplomáticas”, declaró en un mensaje difundido por Telegram. “Los amigos del país nos han dicho que no podrán seguir apoyando la continuación de la guerra si siguen dándose imágenes de hambruna masiva”.
Desde el 2 de marzo, Israel mantiene un bloqueo casi total sobre Gaza, restringiendo el acceso a bienes esenciales como alimentos, medicinas y combustible. La medida fue justificada por el gobierno con el argumento de que Hamas desviaba estos recursos. No obstante, las consecuencias han sido devastadoras: hospitales colapsados, cortes prolongados de energía y una población civil atrapada en condiciones cada vez más precarias.
Redacción Infobae.com