El pasado 9 de julio, en un discreto encuentro en el Royal Over-Seas League, un club privado cercano a la residencia del rey Carlos III en Londres, los equipos de comunicación del monarca y del príncipe Harry se reunieron para iniciar un diálogo que podría poner fin a cinco años de tensiones familiares. Según informó The Mail on Sunday, la reunión, descrita como “informal” y sin una agenda oficial, fue un gesto significativo hacia la reconciliación entre padre e hijo, quienes han estado distanciados desde que Harry y Meghan Markle abandonaron sus roles reales en 2020.

Por parte del rey, estuvo presente Tobyn Andreae, su secretario de comunicación, mientras que el príncipe Harry fue representado por Meredith Maines, su jefa de comunicaciones en Estados Unidos, y Liam Maguire, su portavoz en el Reino Unido. Fuentes cercanas a la Casa Real aseguraron a la revista Hello que “no ha habido un canal de comunicación abierto durante mucho tiempo, pero ahora lo hay, por lo que este podría ser el comienzo de tiempos mejores”. La reunión, calificada como una “cumbre de paz”, refleja la voluntad de ambas partes de avanzar hacia una resolución de sus diferencias.

El distanciamiento entre Harry y la familia real comenzó con el denominado Megxit, cuando el duque y la duquesa de Sussex renunciaron a sus deberes reales y se mudaron a California. Desde entonces, la relación se ha visto marcada por críticas públicas, incluyendo la controvertida entrevista con Oprah Winfrey, un documental en Netflix y el libro autobiográfico de Harry, Spare, donde expuso conflictos familiares, incluyendo tensiones con su padre y su hermano, el príncipe Guillermo. Sin embargo, la reciente enfermedad de Carlos III, diagnosticado con cáncer en febrero de 2024, parece haber impulsado a Harry a buscar una reconciliación. En una entrevista con la BBC en mayo, el príncipe expresó su deseo de recuperar el vínculo con su familia, afirmando: “No tiene sentido seguir luchando. La vida es preciosa”.

Un posible escenario para un reencuentro público podría ser los Juegos Invictus de 2027 en Birmingham, un evento fundado por Harry para apoyar a veteranos de guerra. El príncipe ya extendió una invitación formal al rey y al príncipe Guillermo, un gesto interpretado como una “rama de olivo”. Aunque no hay confirmación de su asistencia, la anticipación de este evento, junto con la reunión de asesores, sugiere un cambio de rumbo en la relación. Sin embargo, las filtraciones de la reunión a la prensa han generado cierta desconfianza, y fuentes cercanas al rey advierten que el progreso depende de que las conversaciones permanezcan privadas.

Mientras Carlos III, a pesar de su tratamiento contra el cáncer, mantiene su agenda oficial, Harry parece decidido a sanar las heridas familiares. Aunque la relación con su hermano Guillermo permanece tensa, este encuentro marca un hito en el “deshielo de los Windsor”. La prensa británica especula que un próximo viaje de Harry al Reino Unido en septiembre, para los Premios WellChild, podría ser la oportunidad para un cara a cara con su padre, el primero desde su breve reunión en febrero de 2024.