El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el 24 de junio de 2025 que los bombardeos atribuidos a Israel contra instalaciones iraníes han retrasado el programa nuclear de Irán “por décadas”. En un discurso en Florida, Trump celebró las acciones, calificándolas de “éxito estratégico” para la seguridad global, sin ofrecer pruebas concretas.
Los ataques, realizados a principios de junio, habrían dañado sitios clave de enriquecimiento de uranio, según fuentes militares israelíes. Sin embargo, Irán minimizó los daños, afirmando que su programa nuclear sigue intacto. Expertos internacionales advierten que la falta de información verificada dificulta evaluar el impacto real de los bombardeos.
Trump, quien asumirá la presidencia en enero de 2026, prometió mantener una postura dura contra Irán, incluyendo sanciones económicas y apoyo a Israel. Sus declaraciones han generado preocupación entre aliados europeos, que temen una escalada bélica en Oriente Medio, especialmente tras los recientes enfrentamientos entre milicias respaldadas por Irán y fuerzas israelíes.
Organismos como la ONU han instado a la contención, destacando el riesgo de una guerra regional. El Consejo de Seguridad, reunido de emergencia, no logró consensuar una resolución debido a vetos cruzados entre Estados Unidos y Rusia. Mientras tanto, Irán ha amenazado con represalias si se confirman nuevas agresiones.
Analistas señalan que la retórica de Trump busca reforzar su imagen de liderazgo firme antes de asumir el cargo, pero podría complicar las negociaciones diplomáticas. La comunidad internacional espera claridad sobre los daños en Irán y urge un retorno al diálogo para evitar un conflicto mayor en la región.