El presidente Donald Trump vivió momentos de euforia y tensión este domingo en la final del Mundial de Clubes, donde Chelsea derrotó 3-0 al Paris Saint-Germain en el estadio MetLife, Nueva Jersey, ante 81,000 espectadores.
Como invitado de honor, Trump aplaudió y saltó junto a los jugadores del Chelsea cuando el capitán Reece James levantó el trofeo que él mismo entregó. Sin embargo, fue abucheado al subir al podio para la premiación, liderada por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aunque la música del estadio atenuó el ambiente.
Inicialmente recibido con aplausos junto a Melania Trump, el mandatario enfrentó silbidos al aparecer en la pantalla gigante durante el himno de EE.UU. y al posar con los árbitros. Pese a los desaires, mantuvo el ánimo, entregando el Balón de Oro a Cole Palmer del Chelsea.
Trump también colocó la medalla al ecuatoriano Moisés Caicedo, a quien felicitó con un apretón de manos. El presidente participó activamente en la ceremonia, entregando preseas al PSG y celebrando con el equipo ganador.