El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 9 de mayo de 2025 que evalúa reducir los aranceles impuestos a China, actualmente en 145%, aunque señaló que un nivel del 80% “parece correcto”. En declaraciones durante un evento en Washington, expresó optimismo sobre un posible acuerdo comercial, destacando la necesidad de que China abra su mercado a productos estadounidenses. “Los mercados cerrados ya no funcionan”, afirmó, delegando la decisión final al secretario del Tesoro, Scott Bessent.
La guerra comercial entre ambas potencias ha escalado desde abril, con aranceles estadounidenses que alcanzaron el 145% y represalias chinas del 125%, afectando cadenas de suministro y mercados globales. Trump, quien previamente suavizó su retórica tras un desplome bursátil, insiste en negociaciones directas con el presidente Xi Jinping, aunque Beijing desmiente contactos recientes. La posible reducción busca aliviar la presión económica, pero expertos advierten que mantener aranceles elevados podría agravar la inflación y desacelerar el crecimiento. La postura de Trump refleja un equilibrio entre su estrategia proteccionista y la necesidad de estabilizar la economía, mientras las conversaciones con China, previstas para esta semana, serán clave para definir el rumbo comercial.