El presidente Donald Trump afirmó el 30 de junio de 2025 en Truth Social que no negocia ni ofrece nada a Irán, tras bombardear el 21 de junio las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahán, que asegura fueron “totalmente destruidas”. Criticó el acuerdo de 2015 de Obama, del que EE.UU. se retiró en 2018.
El viceministro iraní, Majid Tajt-Ravanchi, señaló a la BBC que no habrá diálogo sin garantías de EE.UU. contra nuevos ataques, cuestionando su postura ambigua. Irán insiste en mantener su capacidad de enriquecer uranio, defendiendo fines pacíficos, mientras Israel alega que busca una bomba nuclear.
Rafael Grossi, jefe del OIEA, indicó que Irán podría retomar el enriquecimiento de uranio en meses, pese al daño. El país enriquece al 60%, cerca del 90% necesario para un arma nuclear, superando el límite del 3.67% del acuerdo de 2015.
El bombardeo, parte de una ofensiva con Israel iniciada el 13 de junio, ha generado incertidumbre sobre el daño real. EE.UU. aclaró que no busca un cambio de régimen, pero Teherán advierte que responderá si es necesario, calificando los ataques como “ley de la selva”.
La escalada tensa las relaciones, con Irán reservándose opciones de retaliación y el OIEA pidiendo acceso para evaluar los sitios, mientras el debate sobre el programa nuclear persiste sin claridad sobre el impacto de los bombardeos.
