El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 4 de mayo de 2025 su intención de reabrir y ampliar la prisión de Alcatraz, cerrada desde 1963, para albergar a los “delincuentes más despiadados y violentos” del país, según un mensaje en su red social Truth Social. La isla, ubicada en la bahía de San Francisco y famosa por haber alojado a criminales como Al Capone, es actualmente un sitio turístico gestionado por el Servicio de Parques Nacionales, que recibe 1.4 millones de visitantes al año. Trump ordenó a la Oficina de Prisiones, el Departamento de Justicia, el FBI y Seguridad Nacional trabajar en la reconstrucción de una prisión “sustancialmente más grande” como símbolo de “ley, orden y justicia”.
La propuesta ha generado escepticismo debido a los altos costos y desafíos logísticos. Cuando Alcatraz cerró en 1963, su operación era tres veces más cara que cualquier otra prisión federal, con un costo diario por recluso de $10.10 en 1959, y se estimaba que su restauración requería entre $3 y $5 millones, sin incluir gastos operativos. Analistas como Maine Wonk en X estiman que reconstruirla hoy podría costar entre $235 y $370 millones, con costos anuales de hasta $60 millones, agravados por la corrosión causada por el agua salada. El historiador local John Martini señaló que la isla no está en condiciones de funcionar como prisión, y la representante Nancy Pelosi calificó la idea de “no seria”.
Alcatraz, operativa como prisión federal de máxima seguridad desde 1934 hasta 1963, fue considerada “inevitable” por su aislamiento a 2 km de la costa y las frías corrientes del Pacífico. Durante sus 29 años, albergó a unos 260-275 reclusos en promedio, menos del 1% de la población carcelaria federal, incluyendo a George “Machine Gun” Kelly y Robert “Birdman” Stroud. A pesar de 14 intentos de fuga documentados, todos los reclusos fueron recapturados o murieron, según el FBI. La idea de reabrirla, previamente sugerida por Donald Trump Jr. en enero, se enmarca en las políticas de Trump de mano dura, que incluyen enviar presos a Guantánamo y al CECOT en El Salvador, generando críticas por posibles violaciones al debido proceso.
La viabilidad del plan enfrenta obstáculos legales y prácticos, ya que Alcatraz pertenece al Servicio de Parques Nacionales desde 1972, cuando se integró al Área Recreativa Nacional Golden Gate. El gobernador de California, Gavin Newsom, y el senador Scott Wiener rechazaron la propuesta, calificándola de “absurda” y una distracción política. La Oficina de Prisiones afirmó que cumplirá las órdenes presidenciales, pero no aclaró cómo se financiará ni cuándo se implementaría. Mientras, el debate crece en redes sociales, con opiniones divididas entre quienes ven en Alcatraz un símbolo de justicia y quienes lo consideran un proyecto costoso e innecesario, dado que existen 16 penitenciarias federales de alta seguridad, como las de Florence, Colorado, y Terre Haute, Indiana.