El presidente Donald Trump aboga por aumentar la natalidad en EE. UU., llamándose a sí mismo el “presidente de la fertilidad” frente a la caída de las tasas de natalidad, según NPR el 1 de mayo de 2025. En 2023, la tasa fue de 55 nacimientos por cada 1,000 mujeres, y el gobierno explora medidas como bonos de $5,000 por bebé y educación sobre ciclos menstruales para fomentar familias numerosas.
El movimiento pronatalista, respaldado por figuras como Elon Musk y el vicepresidente JD Vance, gana fuerza en la administración Trump. Aunque atrae a conservadores religiosos y tecnólogos, incluye sectores controvertidos con posturas racistas que buscan estabilizar la población blanca, según Axios. Propuestas como reservar el 30% de las becas Fulbright para casados o padres han generado críticas por su impacto en la equidad.
Críticos advierten que recortes a servicios sociales, como guarderías, y la crisis de mortalidad materna complican estas políticas. La economista Betsey Stevenson señala que las familias enfrentan barreras económicas y sociales para tener los hijos que desean, mientras que el enfoque pronatalista podría reforzar roles de género tradicionales, según The Bulwark. Las propuestas enfrentan resistencia por su viabilidad y posibles efectos discriminatorios.