Lo que empezó como un momento curioso de vacaciones en las playas de Filipinas estuvo a punto de terminar en tragedia. El turista Andy McConnell encontró lo que creía que era un “pulpo bebé” y decidió grabarse interactuando con él para sus redes sociales. Sin embargo, al publicar el video en Instagram, sus seguidores lo alertaron de inmediato: tenía en sus manos al cefalópodo más venenoso conocido hasta la actualidad.
La toxina invisible: Tetrodotoxina
El peligro de este animal, identificado como un pulpo de anillos azules (Hapalochlaena lunulata), reside en una poderosa neurotoxina llamada tetrodotoxina, la cual transporta en su saliva.
- Potencia mortal: Su veneno es 1000 veces más potente que el cianuro.
- Efecto en el cuerpo: Bloquea la transmisión nerviosa y provoca una parálisis muscular total, lo que conduce a la muerte por asfixia si no se recibe asistencia médica inmediata.
- Sin antídoto: Actualmente no existe un antídoto para esta toxina; el tratamiento consiste únicamente en soporte vital hasta que el cuerpo logre eliminar el veneno.
- Capacidad letal: Se estima que un solo ejemplar de apenas 12 centímetros de largo posee veneno suficiente para matar a más de 20 personas en pocos minutos.
Un “frasco pequeño” lleno de peligro
A pesar de su apariencia inofensiva y su pequeño tamaño, estos pulpos son extremadamente territoriales y muerden si se sienten amenazados. Según el Museo de Historia Natural de Londres, habitan principalmente en los océanos Pacífico e Índico, ocultándose en arrecifes de coral y pozas de marea.
Existen alrededor de 10 especies diferentes, aunque solo 4 cuentan con nombre científico oficial:
- Hapalochlaena lunulata (el encontrado por McConnell).
- Hapalochlaena fasciata (pulpo de líneas azules).
- Hapalochlaena maculosa (pulpo de anillos azules del sur).
- Hapalochlaena nierstraszi.
El video, que se viralizó rápidamente en la red X (antes Twitter), sirve ahora como una advertencia global para los viajeros. Los expertos recomiendan no tocar nunca animales marinos de colores brillantes o patrones llamativos, ya que en la naturaleza, el color suele ser una señal de advertencia sobre la presencia de veneno.








