El gobierno turco considera que es más estratégico destinar esos fondos al desarrollo del KAAN, su proyecto de avión de combate de quinta generación.
El acuerdo de 23 mil millones de dólares para la adquisición de aviones F-16 de Estados Unidos ha sido reducido a 7 mil millones y ahora se encuentra en un punto de inflexión. Autoridades turcas argumentan que el futuro del caza KAAN tiene un valor estratégico superior a la compra de los cazas estadounidenses. Esta postura marca un posible giro en la política militar de Turquía, que busca fortalecer su industria de defensa nacional y reducir su dependencia de proveedores externos.
La reunión entre los presidentes Erdogan y Trump es la primera desde 2019 y se lleva a cabo en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Trump, quien afirmó tener una “relación sólida” con Erdogan, declaró en sus redes sociales que en la agenda se abordarán negociaciones sobre los F-16 y el programa del caza F-35. Este último es un tema delicado, ya que Turquía fue expulsada del proyecto por haber adquirido el sistema antimisiles ruso S-400, un movimiento que causó fricciones dentro de la OTAN. A pesar de las tensiones, Turquía sigue siendo un socio militar clave para la alianza.