El 3 de junio de 2025, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció un nuevo ataque contra el puente del estrecho de Kerch, que conecta Crimea, ocupada por Rusia, con la región rusa de Krasnodar Krai. La operación, ejecutada a las 4:44 a.m. sin víctimas civiles, dañó gravemente los soportes submarinos del puente con 1.100 kg de explosivos equivalentes a TNT, dejando la estructura en estado de emergencia, según un comunicado del SBU publicado en Telegram.
El jefe del SBU, Vasyl Malyuk, destacó que este es el tercer ataque al puente, tras operaciones en 2022 y 2023, y subrayó que se realizó bajo el agua tras meses de planificación. La acción coincide con recientes ataques ucranianos a la flota de bombarderos estratégicos rusos, donde drones ocultos en camiones impactaron cinco aeródromos rusos el domingo.
Paralelamente, Rusia intensificó sus ataques de largo alcance contra Ucrania durante la noche del lunes al martes, dejando al menos siete muertos y 27 heridos en varias ciudades. En Sumy, un ataque con cohetes de racimo mató a tres personas e hirió a 20 en el centro de la ciudad. En Kharkiv, tres personas murieron y seis resultaron heridas por bombardeos. En Kherson, una persona falleció y 13 fueron heridas, mientras que Chernihiv y Odesa reportaron cinco heridos cada una. La fuerza aérea ucraniana registró 112 drones rusos lanzados, de los cuales 75 fueron derribados o neutralizados.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, calificó el ataque en Sumy como un “golpe salvaje” y deliberado contra civiles, acusando a Rusia de no buscar la paz. Esto ocurre mientras representantes ucranianos y rusos sostuvieron una segunda ronda de negociaciones directas en Estambul el lunes, las primeras desde 2022. Ucrania exige un alto al fuego de 30 días, la liberación de prisioneros y el retorno de niños ucranianos llevados a Rusia. Rusia, por su parte, demanda la retirada ucraniana de cuatro regiones (Zaporizhzhia, Kherson, Donetsk y Luhansk), el cese de recepción de armas extranjeras, límites al ejército ucraniano y el abandono de la aspiración de Ucrania a la OTAN, condiciones que Kyiv rechaza.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló que no hubo avances significativos en las conversaciones, descartando una reunión cercana entre Zelenskyy, Putin y el presidente estadounidense Donald Trump. Dmitry Medvedev, vicesecretario del Consejo de Seguridad ruso, afirmó que el objetivo no es un compromiso, sino la “victoria rápida” de Rusia y la destrucción del gobierno de Zelenskyy.
Zelenskyy insistió en que sin presión global, especialmente de EE.UU. y Europa, Putin no aceptará siquiera un alto al fuego. Mientras tanto, Ucrania continúa su campaña de ataques de largo alcance, derribando ocho drones ucranianos, según el Ministerio de Defensa ruso. Las acciones de Ucrania, como el ataque al puente y a los aeródromos, buscan reducir el potencial militar ruso, mientras Zelenskyy pide a la comunidad internacional más sanciones y apoyo para la defensa ucraniana.