Cinco ciudadanos argentinos, miembros del personal diplomático que permanecían asilados en la embajada argentina en Caracas, fueron rescatados y trasladados a Estados Unidos en una operación descrita como “impecable” por el gobierno argentino. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, confirmó el éxito de la misión, que puso fin a más de 412 días de asedio por parte de las fuerzas de seguridad del régimen de Nicolás Maduro, quienes rodeaban la sede diplomática desde marzo de 2024.
Los diplomáticos, cuya identidad no ha sido revelada por razones de seguridad, buscaban refugio en la embajada tras la escalada de tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, desencadenada por la condena del presidente Javier Milei al supuesto fraude electoral en las elecciones venezolanas de julio de 2024. Durante su reclusión, enfrentaron condiciones inhumanas, incluyendo cortes de agua, electricidad y restricciones de alimentos, mientras el régimen intensificaba el hostigamiento con patrullas, drones y bloqueos en los accesos, violando la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
La operación, calificada como “precisa” por Rubio, no reveló detalles específicos, pero culminó con la llegada de los cinco argentinos a suelo estadounidense. El gobierno de Milei expresó su gratitud a EE.UU. y a Rubio por su “compromiso personal” en la misión, destacando que “este acto representa un paso crucial en defensa de la libertad en la región”. Brasil, que asumió la custodia de la embajada tras la expulsión del personal argentino en 2024, afirmó no haber sido informado previamente, lo que sugiere la naturaleza encubierta de la operación.
El régimen de Maduro, que intentó presentar la liberación como un acuerdo diplomático, no emitió comentarios oficiales tras el anuncio. Este rescate, celebrado por la Cancillería argentina, pone en evidencia las crecientes tensiones con Venezuela y refuerza la presión internacional contra el gobierno chavista, acusado de violar los derechos humanos y el derecho internacional. La comunidad global, incluyendo países como Chile, Perú y Uruguay, ha condenado el asedio a la embajada, mientras Argentina evalúa nuevas acciones para proteger a sus nacionales en Venezuela, incluyendo al gendarme Nahuel Gallo, aún detenido por el régimen.
Fuentes: Infobae, BBC, El País
