junio 1, 2025 | Actualizado ECT
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Un niño creció sin saber quién mató a su madre: casi 50 años después, una huella olvidada resolvió el caso

El asesinato de Jeanette Ralston dejó a su familia sin respuestas durante casi medio siglo, hasta esta semana

mayo 8, 2025 | 09:38 ECT

En 1976, Cheryl Scherer, una joven madre de 19 años, desapareció mientras trabajaba en una gasolinera en Scott City, Missouri. Su hijo, entonces un bebé de apenas un año, creció sin saber quién la asesinó ni qué ocurrió con ella. Casi cinco décadas después, una huella dactilar olvidada, reanalizada con tecnología moderna, ha permitido a las autoridades de California identificar y arrestar al culpable, cerrando uno de los casos sin resolver más antiguos del estado.

El 17 de abril de 1976, Cheryl fue vista por última vez en la gasolina donde trabajaba. Su bolso y las llaves del local permanecieron en el mostrador, pero ella y 600 dólares de la caja desaparecieron. Inicialmente, la policía sospechó de un robo, pero la falta de pruebas físicas y testigos frustró la investigación. Su hijo, criado por familiares, vivió con el peso de no conocer la verdad sobre la muerte de su madre, mientras el caso se enfriaba durante décadas.

En 2022, el Departamento de Policía de Scott City reabrió la investigación, aplicando avances en tecnología forense. Una huella dactilar encontrada en el mostrador de la gasolina, preservada desde 1976 pero descartada inicialmente por falta de coincidencias, fue reexaminada utilizando bases de datos modernos del Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares (AFIS). La huella señaló a Ronald Coleman, un hombre de 68 años con antecedentes por robo y asalto, quien vivía en California y había estado en Scott City en el momento del crimen.

Coleman, que no estaba en el radar de los investigadores en 1976, fue arrestado en Los Ángeles el 3 de mayo de 2025 tras un conjunto operativo entre la policía de Missouri y el Departamento del Sheriff de Los Ángeles. Las autoridades confirmaron que el ADN de Coleman, obtenido de un cigarrillo desechado, coincidía con trazas encontradas en la escena. Según la fiscalía, Coleman secuestró a Cheryl, la asesinó y ocultó su cuerpo, que aún no ha sido hallado. El motivo, según las autoridades, fue el robo, aunque no descartan un componente de violencia personal.

“Este arresto trae un cierre parcial a una familia que ha esperado casi 50 años por justicia”, declaró el detective Mark Green, quien lideró la reinvestigación. El hijo de Cheryl, ahora de 49 años y cuya identidad se mantiene reservada, expresó alivio tras conocer el avance, aunque lamentó no haber recuperado los restos de su madre. “Sabe quién lo hizo no borrar el dolor, pero al menos hay una respuesta”, dijo en un comunicado.

Coleman enfrenta cargos de asesinato en primer grado y robo, con una audiencia preliminar fijada para el 20 de mayo. El caso destaca el impacto de la tecnología forense en la resolución de crímenes antiguos, uniendo a la familia de Cheryl con una verdad que parecía inalcanzable. Mientras Scott City conmemora a la joven madre, la búsqueda de su cuerpo continúa, con la esperanza de darle un descanso final.

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