Un vuelo de Spirit Airlines, operado por un Boeing 787, realizó un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) el 12 de mayo de 2025, tras detectar una falla en su sistema hidráulico. El vuelo, que cubría la ruta desde Honolulu, Hawái, hacia Los Ángeles, transportaba a 192 pasajeros y 10 tripulantes, todos los cuales resultaron ilesos gracias a la rápida acción de la tripulación y los servicios de emergencia en tierra.
La Administración Federal de Aviación (FAA) informó que el problema se detectó a unas dos horas del destino, cuando la tripulación identificó una anomalía en el sistema hidráulico, esencial para controlar componentes como los alerones y el tren de aterrizaje. Los pilotos declararon una emergencia y coordinaron con la torre de control de LAX para un aterrizaje prioritario. Imágenes compartidas en redes sociales por pasajeros mostraron el avión rodeado de vehículos de bomberos tras aterrizar a las 14:30 hora local, sin daños visibles en la estructura.
Spirit Airlines confirmó que el avión aterrizó sin incidentes y fue remolcado a una puerta de desembarque para la evacuación ordenada de los pasajeros. “La seguridad es nuestra prioridad absoluta. El avión será inspeccionado exhaustivamente por nuestro equipo de mantenimiento antes de volver a operar”, indicó la aerolínea en un comunicado. La FAA y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) iniciaron una investigación para determinar la causa de la falla, que preliminarmente se asocia con un mal funcionamiento en una bomba hidráulica.
Este incidente se suma a los desafíos recientes de Spirit Airlines, que en noviembre de 2024 se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 debido a pérdidas financieras, deudas crecientes y competencia en el sector de bajo costo. A pesar de ello, la aerolínea ha continuado operando mientras reestructura sus finanzas. En los últimos años, Spirit ha enfrentado otros incidentes, como un aterrizaje de emergencia en Jamaica en mayo de 2024 por un problema mecánico y otro en Jacksonville en 2023 por un incendio en un compartimento, aunque sin víctimas fatales en su historial, según Airline Ratings.
Los pasajeros fueron reacomodados en otros vuelos y recibieron compensaciones por las molestias. El incidente no afectó significativamente las operaciones en LAX, pero ha reavivado preocupaciones sobre la fiabilidad de los sistemas de aeronaves y la necesidad de protocolos de mantenimiento más estrictos en la industria aérea.