Una investigación realizada por la Universidad Central del Ecuador determinó que las masacres registradas con mayor frecuencia en ciudades como Guayaquil y Durán responden principalmente a dinámicas de criminalidad local, y no exclusivamente a la acción de mafias internacionales. El Observatorio Ecuatoriano de Conflictos de la Universidad Central analizó los asesinatos múltiples y concluyó que en los últimos 11 años solo el 27 % de los 38 000 homicidios intencionales se relacionó con el narcotráfico. El estudio destaca que las masacres se han consolidado como una nueva y creciente manifestación de violencia en el país.
Luis Córdova, investigador de la Universidad Central, explicó que estos hechos están ligados a estructuras criminales que buscan expandir sus operaciones ilícitas mediante disputas territoriales en zonas con altos niveles de empobrecimiento. El investigador señaló que estos crímenes tienen que ver con la criminalidad común y con un “mercado de armas expansivo que no tiene control en el país”. El estudio advierte que en 2024 se registraron 774 masacres y que entre enero y septiembre de este año ya se contabilizan 778 casos. Para frenar esta violencia, el investigador sugiere una medida inmediata: desarmar a la sociedad.
