Venezuela mostró su poderío militar en el desfile del 5 de julio por el Día de la Independencia, destacando blindados rusos como los BMP-3 y BTR-80, morteros Nona-S y lanzacohetes de 40 km de alcance, junto a equipamiento chino. Más de 14,000 efectivos participaron, exhibiendo también cuatro drones nacionales (ANSU100, ANSU500, ANSU700, ANSU900), inspirados presuntamente en diseños iraníes, según expertos.
El presidente Nicolás Maduro, tras su viaje a Rusia en mayo, resaltó la “sintonía perfecta” con Moscú, fruto de una alianza iniciada en 2001 por Hugo Chávez y Vladimir Putin. Esta cooperación, que cumple 24 años, ha permitido a Venezuela adquirir aviones, helicópteros, fusiles y sistemas bélicos, fortaleciendo su capacidad militar con apoyo de Rusia, China, Irán y Turquía.
Maduro instó a la Fuerza Armada a avanzar en sistemas de drones, antidrones, misiles y antimisiles para defender la soberanía por tierra, aire y mar. “Hemos avanzado bastante gracias a nuestros científicos e ingenieros”, afirmó, destacando el desarrollo tecnológico propio y la colaboración con aliados estratégicos, sin detallar especificaciones.
La exhibición, que incluyó sistemas antimisiles y anfibios, subrayó el compromiso de Venezuela con su defensa. Maduro enfatizó la necesidad de proteger la paz del país, apoyado en tecnología nacional y la cooperación internacional, consolidando su posición en el contexto geopolítico actual.
