El régimen venezolano liberó a Concepción Niño Torres, conocido como Concho Niño, un empresario cafetalero de 85 años detenido por su presunta vinculación en un intento de contrabando de tres toneladas de cocaína camufladas en paquetes de Café Gourmet El Faraón, destinadas a Rusia y Afganistán. La liberación, ordenada el 25 de abril por un juez del Tribunal Supremo de Justicia, se basó en la declaración de Niño como “enajenado mental”, lo que permitió la restitución de sus bienes, incluyendo maquinaria y una finca en El Trompillo, Táchira, usados como fachada para el narcotráfico.
El caso se remonta al 21 de agosto de 2024, cuando autoridades venezolanas incautaron 15 mil paquetes de café con cocaína en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, listos para ser enviados en un vuelo de Conviasa. Según investigaciones, el cargamento, proveniente de Colombia, fue gestionado por una red que incluía a los hermanos Sepúlveda, los hermanos Colón Santoyo, y Mario Ricardo Prado Medina, entre otros. Niño, antiguo dueño de una torrefactora, alquiló su galpón a la empresa Café El Faraón, pero allegados aseguran que desconocía la operación de narcotráfico debido a su avanzada edad y estado de salud.
La liberación ha generado controversia, con críticas que señalan opacidad en el manejo del caso. Una fuente antidrogas reveló a Infobae que un cargamento previo detectado en Carabobo “desapareció” tras la liberación de un conductor, sugiriendo fallos en los controles. El régimen, por su parte, ha intentado desviar la atención hacia una empresa colombiana, Rasgos, cuyo dueño negó cualquier vínculo. Mientras tanto, la ruta de contrabando por trochas fronterizas en Táchira, controladas por grupos como el ELN, sigue activa, según habitantes de la zona.