Miles de residentes permanentes pierden la oportunidad de obtener la ciudadanía estadounidense por viajar más de 180 días fuera del país, un error que el USCIS considera una ruptura de la residencia continua. Este requisito, junto con la exigencia de presencia física de al menos dos años y medio en cinco años, descarta la elegibilidad si se acumulan ausencias frecuentes o prolongadas, según advierte el organismo.
Un permiso de reingreso (Formulario I-131) puede evitar la pérdida del estatus por ausencias de un año o más, pero debe solicitarse antes de viajar. Sin este documento, los residentes arriesgan enfrentar a un juez de inmigración, quien decidirá si conservan su Green Card, transformando un trámite de ciudadanía en una lucha legal para permanecer en EE. UU.
El problema afecta a quienes subestiman la rigidez de las reglas, confundiendo viajes familiares o vacaciones largas con permisos aceptables. USCIS enfatiza que no hay flexibilidad en estos límites, dejando a muchos en riesgo de perder años de esfuerzo por la ciudadanía.