Tesla ha dado un paso audaz al lanzar su primer servicio de robotaxi en Estados Unidos, iniciando operaciones en Austin, Texas, con una tarifa inicial de 4,20 dólares por viaje. Elon Musk, el director ejecutivo de la compañía, ha revelado que una flota inicial de entre 10 y 12 vehículos autónomos ya está circulando en una zona geocercada de la ciudad. El ambicioso objetivo de Musk es tener hasta un millón de robotaxis en circulación en un año o poco más, aunque la expansión dependerá del éxito de esta fase inicial.
El sistema de conducción autónoma de Tesla, conocido como Full Self-Driving (FSD), ha generado controversia, ya que, a pesar de su nombre, aún requiere que los conductores mantengan la atención y estén listos para tomar el control. No obstante, Musk asegura que estos robotaxis operarán con una versión mejorada del FSD y ofrecerán altos niveles de seguridad, prometiendo una rápida expansión a otras ciudades. La competencia en el sector es intensa, con rivales como Waymo ya establecidos, aunque Tesla busca destacarse con su enfoque exclusivo en cámaras para la navegación, lo que reduce costos y acelera el despliegue.
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