En su tradicional mensaje de Nochevieja, emitido este miércoles desde la península de Kamchatka, el presidente Vladimir Putin reafirmó su confianza en el desenlace del conflicto en Ucrania. Al cumplirse casi cuatro años desde el inicio de la ofensiva a gran escala, el mandatario utilizó su espacio televisado para hacer un llamado a la unidad nacional, instando a los ciudadanos a respaldar a quienes combaten en el frente. El discurso, que es sintonizado por millones de personas en las 11 zonas horarias de la Federación Rusa, tuvo un marcado tono militarista en un contexto de persistentes tensiones con Occidente.
Putin dirigió palabras específicas a los comandantes y combatientes en territorio ucraniano, asegurando que cuentan con el pensamiento y apoyo de millones de rusos. Este pronunciamiento ocurre en un momento sensible, coincidiendo con los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos por mediar en el fin de las hostilidades, las cuales han tenido un elevado coste humano con bajas estimadas en decenas de miles para ambos bandos. El presidente enfatizó la palabra “victoria” como el objetivo central de su administración para el ciclo que comienza, manteniendo la línea retórica que ha caracterizado sus últimas intervenciones públicas.
La fecha posee un valor simbólico adicional para el Kremlin, ya que este 31 de diciembre marca el 26 aniversario de la llegada de Putin al poder, tras la dimisión de Boris Yeltsin en la víspera de Año Nuevo de 1999. Lo que inició como una transición política hace más de dos décadas se ha consolidado en un mandato que hoy define el rumbo estratégico de Rusia. El mensaje de este año, aunque mantiene la estructura protocolaria iniciada en la era soviética por Leonid Brézhnev, subraya la prioridad absoluta que representa la campaña militar para la agenda rusa de cara al 2026.








