El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, alertó este viernes 26 de septiembre de 2025 sobre la detección de múltiples violaciones de su espacio aéreo por parte de drones de reconocimiento, los cuales, según evaluaciones preliminares, serían “probablemente húngaros”. En un mensaje difundido a través de Telegram tras reunirse con el jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, Zelensky afirmó que los drones habrían estado espiando el potencial industrial en las zonas fronterizas con Hungría.
“He ordenado verificar toda la información disponible y reportar urgentemente cada incidente registrado”, declaró el mandatario. Las acusaciones han intensificado las ya tensas relaciones entre Ucrania y Hungría, país miembro de la Unión Europea y la OTAN, pero que mantiene una postura ambigua en el conflicto ucraniano-ruso bajo el liderazgo del primer ministro Viktor Orbán, quien ha cultivado lazos cercanos con el presidente ruso, Vladimir Putin.
La respuesta desde Budapest no se hizo esperar. El ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, calificó las declaraciones de Zelensky como una “obsesión antihúngara” y afirmó en la red social X que el presidente ucraniano “está empezando a ver cosas que no existen”. Esta réplica refleja el creciente deterioro diplomático entre ambos países.
Las tensiones se agudizaron este mismo viernes cuando Ucrania prohibió la entrada a tres militares húngaros de alto rango, en retaliación por una medida similar tomada por Hungría en julio, cuando vetó el ingreso de tres oficiales ucranianos. Budapest justificó su decisión acusando a los militares ucranianos de estar involucrados en un reclutamiento forzoso que resultó en la muerte de un ciudadano ucraniano de origen húngaro, un caso que generó controversia.
En la región ucraniana de Transcarpatia, donde residen aproximadamente 150,000 personas de etnia húngara, las disputas entre Kiev y Budapest han sido recurrentes, especialmente en torno a los derechos lingüísticos y culturales de esta comunidad. En 2024, Ucrania desmanteló una presunta red de espionaje operada desde Hungría, destinada a estudiar las capacidades defensivas ucranianas cerca de la frontera.
Este incidente se suma a un contexto de preocupaciones similares en Europa, como los recientes cierres de aeropuertos en Dinamarca por actividad irregular de drones, que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, relacionó con una “guerra híbrida” en la región. Ucrania, por su parte, enfrenta no solo la amenaza rusa, sino también desafíos diplomáticos con Hungría, uno de los pocos aliados europeos de Moscú.
