Rusia confirmó el 17 de junio de 2025 que Corea del Norte enviará 5.000 obreros militares y 1.000 zapadores para reconstruir la región de Kursk, parcialmente ocupada por Ucrania entre agosto de 2024 y la primavera de 2025. Serguéi Shoigú, secretario del Consejo de Seguridad ruso, destacó la “ayuda fraternal” de Pyongyang tras reunirse con Kim Jong Un, subrayando la creciente alianza entre ambos países.
El anuncio refleja el fortalecimiento de la cooperación militar y estratégica entre Moscú y Pyongyang, consolidada por un acuerdo de defensa mutua firmado en 2024. Rusia reconoció previamente la participación de soldados norcoreanos en combates para recuperar Kursk, aunque sin detallar cifras. La región, fronteriza con Ucrania, fue escenario de una ofensiva sorpresa de Kiev que desafió el control ruso.
Esta colaboración, que incluye envíos previos de armas y tropas norcoreanas, ha generado preocupación internacional por violar sanciones de la ONU. Corea del Norte, a cambio, habría recibido tecnología militar rusa, potenciando sus programas de misiles. La reconstrucción de Kursk busca estabilizar la zona tras la expulsión de fuerzas ucranianas, según afirmó Vladimir Putin.
