El presidente Donald Trump advirtió a Irán el 17 de junio de 2025 que la paciencia de Estados Unidos “se está agotando”, exigiendo su “rendición incondicional” en Truth Social, en medio de la escalada del conflicto con Israel. Según BBC Verify, al menos 30 aviones cisterna KC-135 estadounidenses, usados para reabastecer cazas y bombarderos, fueron trasladados de EE.UU. a Europa en tres días, con escalas en España, Escocia e Inglaterra, y siete volando hacia el este de Sicilia. Estos movimientos, calificados como “sumamente inusuales” por expertos, sugieren planes de contingencia para operaciones de combate en Oriente Próximo.
Israel inició ataques el 13 de junio contra instalaciones nucleares iraníes, incluida Natanz, tras el vencimiento del ultimátum de Trump para que Teherán suspendiera su programa nuclear. El USS Nimitz, un portaaviones con cazas y destructores, fue redirigido desde el mar de China Meridional hacia Oriente Próximo, según Reuters, mientras EE.UU. movilizó F-16, F-22 y F-35 a bases regionales. Para atacar el fortificado complejo nuclear de Fordo, enterrado bajo una montaña, EE.UU. necesitaría los GBU-57A/B, bombas “destructoras de búnkeres” de 13.600 kg, transportadas solo por bombarderos B-2, que estuvieron en Diego García en marzo, aunque su ubicación actual es incierta.
La “ambigüedad estratégica” de EE.UU., según el vicealmirante Mark Mellett, podría buscar presionar a Irán para negociar, mientras el analista Justin Bronk señala que los despliegues indican preparativos para “operaciones intensivas”. Sin embargo, la ausencia de B-2 en imágenes recientes de Diego García genera dudas sobre un ataque inminente, aunque su capacidad de operar desde EE.UU. mantiene la amenaza. El vicepresident J.D. Vance sugirió que Trump podría intensificar la intervención para neutralizar el programa nuclear iraní, dejando a Teherán vulnerable tras los ataques israelíes que debilitaron sus defensas aéreas.