El presidente Gustavo Petro ha desatado un “terremoto político” en Colombia con el anuncio de que los ciudadanos recibirán una papeleta en las próximas elecciones para decidir sobre la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Esta controversial medida, dada a conocer este viernes 20 de junio, viene acompañada de la decisión de Petro de echar atrás la consulta popular que también buscaba refrendar la reforma laboral en las urnas, generando una ola de reacciones en el país.
La propuesta ha provocado una fuerte polémica y rechazo en diversos sectores políticos. Figuras de la oposición como la senadora Paloma Valencia y el precandidato presidencial David Luna han expresado su preocupación, argumentando que la iniciativa socavaría la Constitución de 1991 y el sistema de pesos y contrapesos que rige el país. Critican que se intente “saltarse al Congreso” y advierten sobre las graves consecuencias políticas, jurídicas y electorales que una Constituyente de este tipo podría acarrear, comparando la situación con escenarios de desestabilización institucional.
A pesar de las críticas, el ministro del Interior, Armando Benedetti, ha salido en defensa de la propuesta presidencial. Benedetti aclaró que la Asamblea Nacional Constituyente no está pensada para este Gobierno, sino que busca “dejar consignada la voz del pueblo” y el “malestar” actual, con la intención de que sea la próxima administración la que asuma el mandato de llevarla a cabo. Esta explicación busca disipar las dudas sobre una posible reelección, aunque la polémica sigue latente en el panorama político colombiano.
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