La comunidad de Monterrey, ubicada en el cantón Montecristi, provincia de Manabí, se ha transformado en un verdadero epicentro de la seguridad tras la reciente captura de Adolfo Macías Villamar, alias “Fito“, líder de la banda criminal Los Choneros. Este sector, tradicionalmente apacible y alejado de conflictos, ahora se encuentra bajo un control militar estricto, con un despliegue de Fuerzas Armadas que ha sorprendido a sus habitantes. Soldados patrullan las calles, realizan inspecciones y mantienen una constante vigilancia, apoyados por helicópteros que sobrevuelan la zona.
La vivienda donde alias “Fito” fue hallado, que según las primeras versiones contaría con una estructura subterránea tipo búnker, se erigía en un entorno que desentonaba con su opulencia en medio de un barrio humilde. Esta residencia se convirtió en el punto focal de la intensa operación que llevó a la detención del criminal más buscado de Ecuador. La intervención en Monterrey no solo marca un hito en la lucha contra el crimen organizado, sino que también altera la rutina diaria de sus residentes, quienes ahora conviven con la presencia de vehículos blindados y tropas fuertemente armadas que continúan con las labores de seguridad en la zona.
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