Bogotá, Colombia – La reciente recaptura de José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito“, líder de la temida banda ecuatoriana Los Choneros, ha expuesto la intrincada red de conexiones que esta organización mantiene con diversos grupos criminales en Colombia. Según investigaciones, Los Choneros desempeñan un rol crucial en la cadena regional del narcotráfico, encargándose de custodiar cargamentos de cocaína procesada en la Costa Pacífica colombiana, así como de brindar apoyo logístico para su transporte por territorio ecuatoriano y asegurar su exportación a gran escala a través de los puertos de Guayaquil y Manta.
Las autoridades han identificado vínculos con el Frente Oliver Sinisterra, una facción disidente de las Farc que opera en Tumaco, Nariño, un municipio fronterizo estratégico para el tránsito de drogas. Asimismo, existen nexos comprobados con los Comandos de Frontera, una organización dedicada al narcotráfico y la minería ilegal en Putumayo, cuyo líder, alias “el Gerente” (Roberto Carlos Álvarez Vera), fue detenido en Abu Dabi un día después de la captura de “Fito“. Se ha documentado la participación de Los Choneros en el tráfico de drogas provenientes del Bloque Occidental del Estado Mayor Central de las Farc, liderado por alias “Iván Mordisco“, quien controla amplias zonas de cultivo y laboratorios de cocaína en el suroccidente colombiano.
El flujo de estupefacientes se realiza a través de corredores como el puente internacional de Rumichaca y los ríos Mataje y Mira, con puntos de origen en corregimientos de Nariño como La Victoria, Cuaspud y Chiles. La mercancía se mueve luego a provincias ecuatorianas como Carchi, Imbabura y Esmeraldas, antes de llegar a los puertos de Manta y Guayaquil para su envío final a Centroamérica, Norteamérica y Europa. La evolución de Los Choneros de una banda de delincuencia común a una poderosa organización transnacional, con operaciones incluso desde las cárceles, y sus alianzas con el crimen organizado colombiano, subraya la complejidad de la lucha contra el narcotráfico en la región, mientras se espera la solicitud formal de extradición de “Fito” por parte de Estados Unidos.
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