El gobierno de Australia ha tomado la drástica decisión de cancelar la visa del rapero estadounidense Kanye West, conocido como Ye, debido a la controversia generada por su canción Heil Hitler, lanzada el 8 de mayo de 2025. El ministro de Asuntos Internos, Tony Burke, anunció que la medida se tomó tras revisar los comentarios ofensivos del artista y el contenido de la canción, que ha sido ampliamente criticada por hacer apología al nazismo. “Si vas a promover ese tipo de nazismo, no necesitamos eso en Australia”, declaró Burke a la Australian Broadcasting Corp.
La canción, que incluye referencias explícitas a Adolf Hitler y la ideología nazi, fue retirada de plataformas como Spotify, SoundCloud y Apple Music poco después de su publicación, aunque sigue circulando en la red social X, donde ha acumulado millones de visualizaciones. El videoclip, que muestra a un grupo de hombres afroamericanos coreando el saludo nazi, ha intensificado las críticas, especialmente por coincidir con el 80 aniversario de la derrota del régimen nazi en la Segunda Guerra Mundial. Organizaciones como la Liga Antidifamación (ADL) han celebrado la censura del tema, exigiendo políticas más estrictas contra el discurso de odio.
Kanye West, cuya esposa Bianca Censori es australiana y tiene familia en Melbourne, ha viajado frecuentemente al país en los últimos años. Sin embargo, esta no es la primera vez que enfrenta consecuencias por sus declaraciones antisemitas. En 2022, perdió contratos con marcas como Adidas y Balenciaga tras comentarios similares, y en febrero de 2025 fue temporalmente suspendido de X por publicaciones homofóbicas y misóginas. A pesar de un intento de retractarse en mayo, afirmando en X que “ha terminado con el antisemitismo”, la controversia por Heil Hitler ha reavivado el rechazo internacional.
Burke aclaró que la visa cancelada era de carácter familiar, no relacionada con actividades artísticas, y subrayó que Australia no tolerará contenidos que promuevan el odio. La decisión ha generado un debate sobre la libertad de expresión y los límites del discurso artístico, mientras Ye continúa defendiendo su trabajo en redes sociales, comparando su caso con el de otros artistas censurados.
