Tras semanas de testimonios impactantes y deliberaciones intensas, el jurado en el mediático juicio federal contra el magnate del hip-hop Sean “Diddy” Combs, de 55 años, ha llegado a un veredicto parcial que lo declara culpable de cargos relacionados con el transporte de personas con fines de prostitución. Sin embargo, no se logró un consenso sobre la acusación más grave: la conspiración para cometer crimen organizado.
La noticia, que ha sacudido la industria del entretenimiento, confirma la culpabilidad de Combs en al menos dos de los cinco cargos que enfrentaba. Estos se relacionan específicamente con el transporte de víctimas, incluyendo a la cantante Cassie Ventura y otras trabajadoras sexuales comerciales, con el propósito de prostitución. El veredicto del jurado fue anunciado el martes 1 de julio, tras jornadas de deliberación que comenzaron el lunes.
El cargo de conspiración para cometer crimen organizado, el más complejo y de mayor peso en la acusación, que podría haberle acarreado una pena de prisión de por vida, quedó sin resolución. Ante la falta de acuerdo, el juez ha instruido al jurado para que continúe deliberando sobre este punto crucial, dejando en el aire el destino final de Combs en este aspecto.
Durante el juicio, la fiscalía presentó argumentos que alegaban que Combs había liderado una red criminal para abusar y traficar con mujeres, un relato que sus abogados defensores negaron categóricamente, argumentando que las acusaciones eran falsas y que las relaciones presentadas eran consensuadas. Testimonios de diversas víctimas, incluyendo a Cassie Ventura, detallaron presuntos abusos y coacciones que mantuvieron la atención pública sobre el caso.
Este veredicto parcial marca un punto de inflexión en la controvertida carrera de Sean “Diddy” Combs. Aunque ha evitado una condena en el cargo más grave hasta el momento, los delitos por los que ha sido declarado culpable podrían acarrearle años de prisión. La incertidumbre persiste mientras el jurado sigue deliberando sobre la acusación principal, y el futuro legal del influyente empresario musical pende de un hilo en los tribunales de Nueva York.
