julio 17, 2025 | Actualizado ECT
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Contaminación amenaza el lago San Pablo en Otavalo

Acciones urgentes buscan salvar este patrimonio natural.

Escrito por Abel Cano

julio 16, 2025 | 10:14 ECT

El lago San Pablo, en Otavalo, Imbabura, enfrenta grave contaminación por aguas residuales, químicos agrícolas e industriales y desechos sólidos, según un estudio de la Universidad Técnica del Norte. Este embalse de 583 hectáreas, vital para el turismo y las comunidades locales, muestra sedimentos compactados en su fondo, colores verdes y grisáceos por partículas en suspensión y altos niveles de coliformes y E. coli, lo que pone en riesgo la salud de quienes se abastecen directamente del lago.

La alcaldesa Anabel Hermosa reconoció la complejidad de recuperar este ecosistema, afectado por descargas sin tratamiento y el crecimiento descontrolado de asentamientos humanos sin saneamiento adecuado. La falta de planificación y la obsolescencia de 11 plantas de tratamiento, que no dan abasto, agravan el deterioro, mientras la tala y pérdida de biodiversidad impactan los recursos hídricos. Cerca del 70% de los 114.000 habitantes de Otavalo dependen del lago para actividades como agricultura, manufactura de totora y turismo.

Un cónclave internacional, “Lago San Pablo: Patrimonio vivo de Los Andes”, reunió a expertos que destacaron la urgencia de actuar ante el daño ambiental. Elizabeth Velarde, investigadora de la UTN, señaló que esta crisis no es aislada, afectando a muchos cuerpos hídricos globalmente. Para abordar el problema, se creó una mesa interinstitucional con el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate), la Municipalidad, la Prefectura de Imbabura, universidades y ONGs, enfocada en estrategias sostenibles.

El Municipio de Otavalo impulsa acciones como el monitoreo en tiempo real con el Observatorio del Lago San Pablo y la instalación de una hidroboya para medir parámetros limnológicos e hidrometeorológicos. Además, se han iniciado gestiones con el Banco de Desarrollo del Ecuador y ONGs para financiar proyectos de mejora de la calidad del agua, incluyendo la repotenciación de plantas de tratamiento con un presupuesto de $250.000 para este semestre.

La colaboración con las Juntas de Agua Potable busca optimizar el mantenimiento de las plantas, mientras un equipo hidrocleaner succiona lodos acumulados. La Municipalidad, junto con la ARCA, planifica convenios para mejorar la gestión del agua. Sin embargo, la docente Velarde subrayó la necesidad de estudios de balance hídrico de al menos un año para tomar decisiones efectivas, además de campañas para evitar la basura y el uso de químicos en el lago.

La alcaldesa Hermosa enfatizó la importancia de trabajar con las comunidades, que representan el 70% de la población local, para preservar la cultura ancestral y el ecosistema. Con un costo estimado de más de $10 millones para sanear el lago, se planea construir un colector, establecer zonas de protección hídrica y realizar campañas de concientización, buscando recuperar este patrimonio natural mediante esfuerzos conjuntos y sostenibles.

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