El 17 de julio de 2025, Daniel Salcedo Bonilla, testigo protegido en el caso del asesinato de Fernando Villavicencio, afirmó ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional que el crimen del exasambleísta y candidato presidencial, ocurrido el 9 de agosto de 2023 en Quito, fue motivado por sus investigaciones contra una red de corrupción que incluía a Nain Massuh, Xavier Jordán, Ronny Aleaga, Pablo Mendoza y Leonardo Cortázar. “Éramos un solo equipo”, dijo Salcedo, asegurando que Villavicencio “tocaba el bolsillo” de estos implicados.
Salcedo, sentenciado por corrupción, fraude procesal, lavado de activos y peculado con más de 30 años de condenas, señaló que el financiamiento para el asesinato provino de operadores de Jordán, como Juan Carlos Gómez (fallecido) y Juan Pablo Jaramillo, ambos ligados al caso Metástasis. “Todo nace del dinero”, afirmó, destacando que Villavicencio fue silenciado por afectar los intereses económicos de la red.
El exasambleísta y periodista fue asesinado en plena campaña electoral, días antes del debate presidencial de 2023, frente a un coliseo en el norte de Quito. Salcedo, quien pidió comparecer para exponer irregularidades en el sistema de salud pública, sostuvo que allí “empieza todo” en esta trama de corrupción.
Actualmente en la Cárcel 4 de Quito, Salcedo expresó temor por su vida, la de su familia y su abogado, alegando que “hay mucho dinero por mi cabeza”. Su testimonio apunta a una red criminal que, según él, buscó silenciar a quienes amenazaban sus operaciones.
La investigación del caso Metástasis y el asesinato de Villavicencio sigue vinculando a figuras como Jordán, prófugo en Miami, y Aleaga, exasambleísta correísta, en un entramado de delincuencia organizada que compromete sectores políticos y judiciales.