El Príncipe Al-Waleed bin Khaled bin Talal, conocido mundialmente como el ‘Príncipe durmiente’ de Arabia Saudita, falleció este sábado a los 36 años, tras permanecer más de dos décadas en estado de coma. La noticia fue confirmada por su padre, el príncipe Khaled bin Talal Al Saud, en una emotiva publicación en la red social X, que conmueve a la familia real saudita y a miles de personas que siguieron su historia.
El trágico accidente que lo dejó en estado vegetativo persistente ocurrió en 2005, cuando Al-Waleed tenía apenas 15 años y estudiaba en una academia militar en Londres. Un brutal choque automovilístico le provocó una hemorragia cerebral masiva y un traumatismo craneoencefálico severo. Desde entonces, fue repatriado a Arabia Saudita e internado en la Ciudad Médica Rey Abdulaziz en Riad, donde recibió soporte vital intensivo. A pesar de mínimos gestos motores observados en 2019 y 2020 que avivaron la esperanza, su estado clínico permaneció crítico.
La decisión de su padre de mantenerlo con vida, contra las recomendaciones médicas, se convirtió en un símbolo de fe y perseverancia. El príncipe Khaled bin Talal siempre sostuvo que si Alá hubiera querido que muriera, ya estaría en su tumba, defendiendo el mantenimiento del soporte vital como un deber espiritual y moral. La historia del ‘Príncipe durmiente’ trascendió fronteras, inspirando a muchos. Su funeral se llevará a cabo en la Mezquita Imam Turki bin Abdullah en Riad, marcando el cierre de un capítulo de resiliencia para la familia real y la nación.