Después de 27 años de llevar a la vida a uno de los personajes más emblemáticos de la televisión, Sarah Jessica Parker se despide definitivamente de su papel como Carrie Bradshaw. La actriz, quien se convirtió en un ícono de la moda y la cultura pop gracias a su trabajo en Sex and the City, ha cerrado un capítulo en su carrera que ha marcado a toda una generación.
La noticia, que ha conmocionado a los fans de la serie, llega tras el final de la secuela And Just Like That…. Durante casi tres décadas, Parker no solo interpretó a una columnista de moda en Nueva York, sino que también se convirtió en un referente de estilo y en la voz de muchas mujeres que se identificaron con las vicisitudes de su personaje en el amor, la amistad y la vida en la gran ciudad.
Su interpretación de Carrie Bradshaw trascendió la pantalla, influyendo en la moda con sus famosos tutús, sus tacones Manolo Blahnik y su estilo arriesgado y personal. El legado de Parker en este rol es innegable, y su despedida marca el fin de una era para la televisión y para los millones de seguidores que crecieron con las aventuras de Carrie y sus amigas. Si bien la actriz continuará su carrera en otros proyectos, su nombre siempre estará ligado al de la mujer que caminó por las calles de Manhattan con una pluma en la mano y un estilo inigualable.
