Una familia de bajos recursos en Guayaquil denunció una posible estafa tras depositar $920 para adquirir un vehículo, sin recibirlo ni la factura correspondiente después de tres meses. La empresa, que promociona autos de diversas marcas a través de redes sociales, exigió el pago inicial y la firma de un contrato, pero ahora se niega a devolver el dinero, amparándose en una cláusula de no reembolsabilidad.
El afectado, un joven que contactó a la empresa tras coordinar una cita, fue informado sobre modelos, costos y un bajo interés. Sin embargo, no se le comunicó que los pagos debían continuar mensualmente ni que el depósito no era reembolsable, según el contrato que firmó. La familia reclama que estas condiciones no fueron claras, afectando sus ahorros.
La situación podría involucrar un contrato leonino con cláusulas abusivas, según el art. 2 de la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor, que prohíbe estipulaciones que limiten derechos del consumidor o permitan al proveedor modificar unilateralmente el contrato. El art. 43 declara nulas estas cláusulas, y el art. 18 obliga a la entrega oportuna del bien.
La familia puede acudir a la Defensoría del Pueblo, conforme al art. 81, para presentar un reclamo y buscar mediación, sin perjuicio de acciones judiciales o administrativas. También se recomienda exigir la factura, obligatoria por el art. 21, y revisar detalladamente futuros contratos para evitar estafas similares.
