En una reciente entrevista en un programa digital, el expresidente Osvaldo Hurtado hizo un llamado a reflexionar sobre el papel que los ecuatorianos desempeñan en la situación política actual del país. Con singular sinceridad, reconoció: “somos los propios ecuatorianos responsables de nuestro destino”.
El historiador, abogado y líder político, quien asumió la presidencia tras el trágico fallecimiento de Jaime Roldós en 1981 y más tarde presidió la Asamblea Constituyente de 1997–1998, subrayó que la resignación ante la disyuntiva política actual representa una postura cómoda pero autolimitante.
Hurtado recalcó que responsabilizar únicamente a los liderazgos o contextos externos no basta. “Cultura cívica, participación activa y exigencia democrática” son pilares indispensables para avanzar hacia una sociedad más justa y sólida. Asimismo, enfatizó la urgencia de preservar instituciones funcionales y un Estado de derecho robusto, como base para la reconstrucción del país.
Sus palabras han reavivado el debate sobre la corresponsabilidad ciudadana en la vida pública. En redes, incluso figuras del ámbito político y académico resaltaron la valentía de una figura histórica al invitar a la ciudadanía a hacer su parte en el diseño del futuro colectivo.
— ¿Estamos aceptando pasivamente el rumbo que otros trazan por nosotros?
— El llamado de Hurtado es claro: la transformación comienza con una ciudadanía activa y comprometida.