El cantante colombiano Beéle, cuyo nombre real es Brandon de Jesús López Orozco, rompió su silencio tras la filtración de un video íntimo que lo involucra junto a la influencer venezolana Isabella Ladera. La controversia, que captó la atención internacional el pasado lunes, llevó al artista a emitir un comunicado a través de Instagram, respaldado por su equipo legal, en el que rechaza cualquier participación en la divulgación del material y anuncia medidas legales en Colombia y Estados Unidos.
En el comunicado, Beéle califica la circulación del video como una “vulneración de la privacidad y la dignidad” de las personas involucradas, afirmando que “no filtró dicho material ni participó en su divulgación”. Además, destaca que su trayectoria artística “descarta cualquier necesidad o interés en actos de esta naturaleza”. El equipo legal del cantante ya inició acciones para identificar y sancionar a los responsables de la obtención, difusión y monetización del video, incluyendo reportes a las autoridades estadounidenses y solicitudes a plataformas digitales para eliminar el contenido.
Contexto de la controversia
La filtración generó revuelo después de que Isabella Ladera confirmara la autenticidad del video y acusara a Beéle de ser responsable, calificando el hecho como “una de las traiciones más crueles” de su vida. La relación entre ambos se hizo pública en 2024, tras la denuncia de infidelidad por parte de Camila Rodríguez, entonces esposa del cantante. Aunque Ladera y Beéle oficializaron su romance y colaboraron en proyectos como los videoclips Frente al mar y Mi refe, la pareja anunció su separación en octubre de 2024.
Recientemente, Ladera también fue noticia por su cercanía con el influencer peruano Hugo García, exintegrante de Esto es Guerra. En mayo de 2025, ambos aparecieron juntos en una transmisión en vivo, desatando especulaciones sobre una posible relación, aunque Ladera aclaró que solo mantienen una amistad y que “el destino” determinará su futuro.
Llamado a la responsabilidad
El comunicado de Beéle hace un llamado a medios y usuarios a abstenerse de compartir o describir el video, argumentando que su reproducción constituye “una forma de violencia digital”. El cantante subraya que todas las partes involucradas, incluido él mismo, son víctimas de esta exposición no consentida. Además, se están preservando pruebas para identificar a los responsables, mientras se solicita la remoción inmediata del material de internet.
La situación ha generado un intenso debate en redes sociales, donde fanáticos y detractores discuten las implicaciones del caso. Mientras tanto, las acciones legales anunciadas por Beéle buscan no solo proteger su imagen, sino también sentar un precedente contra la difusión de contenido privado sin consentimiento.
