Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido mundialmente como Bad Bunny, puso fin a su aclamada residencia “Debí tirar más fotos” con un espectáculo inolvidable en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. La noche del 20 de septiembre, el artista sorprendió a miles de fanáticos al invitar al escenario al legendario salsero puertorriqueño Marc Anthony para interpretar juntos el icónico tema “Preciosa”, de Rafael Hernández, desatando una oleada de emoción y unidad en el público.
El dueto, completamente inesperado, se convirtió en el clímax de la velada. Bajo las luces vibrantes del Choliseo, Bad Bunny y Marc Anthony entonaron la letra que celebra la belleza y el espíritu de Puerto Rico, con el público coreando cada verso al unísono. “¡Esto es Puerto Rico!”, exclamó Bad Bunny tras la interpretación, mientras el recinto estallaba en aplausos y lágrimas de alegría. Videos del momento, capturados por asistentes, se viralizaron rápidamente en redes sociales, acumulando millones de vistas en cuestión de horas y destacando el orgullo cultural compartido por ambos artistas.
La residencia “Debí tirar más fotos” no fue un simple concierto, sino una experiencia inmersiva que repasó el último álbum de Bad Bunny, integrando elementos visuales impactantes, narrativas personales y guiños a su herencia boricua. A lo largo de las funciones, el trapero exploró temas de identidad, crecimiento y conexión con sus raíces, transformando el Coliseo en un espacio de celebración colectiva. Esta gira exclusiva en Puerto Rico reforzó el estatus de Bad Bunny como un ícono global que nunca olvida sus orígenes.
Para no dejar a nadie fuera, el cierre fue transmitido en vivo y de forma gratuita a través de la app de Amazon Music, el canal de Twitch @AmazonMusic y Prime Video para todos los clientes de Amazon, permitiendo que fans alrededor del mundo vivieran la magia del evento.
Este hito marca un capítulo más en la imparable carrera de Bad Bunny, quien continúa rompiendo barreras en la música latina. Mientras los ecos de “Preciosa” resuenan, queda claro que su legado en la isla va más allá de la música: es un puente entre generaciones y un llamado al orgullo puertorriqueño. ¿Qué sorpresas nos deparará el Conejo Malo en su próximo movimiento? Solo el tiempo lo dirá.
