La jefa de la Misión de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, Danielle Bell, ha denunciado que más del 90 % de los civiles ucranianos detenidos por Rusia en los territorios ocupados han sido víctimas de torturas y maltratos. Bell señaló que las investigaciones realizadas revelan una conducta “sistemática y generalizada” de tortura contra los civiles, a quienes Rusia les aplica su propia legislación en lugar de la ucraniana, como lo exige el derecho internacional humanitario.
La misión ha entrevistado a 215 civiles liberados, quienes han ofrecido relatos detallados sobre el trato que recibieron en cautiverio. Entre las torturas mencionadas se encuentran golpizas, descargas eléctricas, simulacros de ejecución, violencia sexual y amenazas de muerte. La ONU también ha revelado que, en algunos casos, el personal médico participó en los actos de tortura, no para prestar atención a los detenidos, sino para “afinar las técnicas de tortura utilizadas”.
La Misión de Derechos Humanos también ha aportado información sobre la detención de ciudadanos ucranianos en su propio país. Según la ONU, hay hasta 2.258 ucranianos bajo custodia por cargos relacionados con la seguridad nacional, como traición y espionaje. Algunos ucranianos han sido procesados por haber llevado a cabo servicios de emergencia, construcción o recolección de basura en las zonas ocupadas por Rusia, actividades que pueden ser exigidas por las autoridades ocupantes.
