China ha consolidado su dominio global en el sector de la robótica, superando a Estados Unidos y al resto del mundo en la fabricación y uso de robots industriales. Según un informe, las fábricas chinas instalaron cerca de 300.000 nuevos robots el año pasado, elevando el total a más de 2 millones de máquinas trabajando en sus plantas, una cifra significativamente superior a las 34.000 instaladas en el mismo periodo en Estados Unidos. Este avance, que se ha descrito como “gigantesco”, no es casualidad. Desde 2015, Beijing impulsó la campaña “Hecho en China 2025”, con el objetivo de dominar la industria y reducir su dependencia de productos importados.
La inversión del gobierno chino en el sector ha sido clave para este éxito. Las empresas han recibido préstamos ilimitados y apoyo directo para la compra de compañías extranjeras. El informe destaca que, si bien la mayoría de los robots eran importados hasta 2024, el año pasado, tres de cada cinco robots instalados fueron fabricados en China, lo que evidencia el éxito de la estrategia gubernamental. La supremacía de China en la robótica no solo se limita a la fabricación de robots industriales, sino que también se extiende a los robots humanoides, cuyo crecimiento ha sido exponencial gracias al apoyo estatal. La diferencia en la producción de robots con Estados Unidos, que apenas instaló 34.000 robots en el último año, es un claro indicio de la creciente brecha tecnológica entre ambas potencias.
