En Ecuador, las principales causas de muerte están relacionadas con enfermedades crónicas y prevenibles. Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP) y organismos internacionales, estas patologías representan un alto porcentaje de fallecimientos cada año, especialmente en adultos mayores y personas con factores de riesgo no controlados.
1. Enfermedades cardiovasculares
Son la primera causa de muerte en el país. Incluyen infartos, insuficiencia cardíaca e hipertensión no controlada.
Prevención:
- Control regular de la presión arterial.
- Alimentación saludable, baja en grasas saturadas y azúcares.
- Actividad física diaria y evitar el consumo de tabaco.
- Chequeos médicos periódicos, sobre todo en mayores de 40 años.
2. Diabetes mellitus
La falta de control adecuado de la glucosa puede provocar complicaciones graves como insuficiencia renal, amputaciones o enfermedades cardíacas.
Prevención:
- Mantener un peso saludable.
- Realizar exámenes de glucosa regularmente.
- Reducir el consumo de azúcares refinados.
- Llevar un estilo de vida activo y una dieta equilibrada.
3. Cáncer
El cáncer de estómago, mama, próstata, cérvix y pulmón se encuentran entre los más frecuentes en Ecuador. El diagnóstico tardío es uno de los principales problemas.
Prevención:
- Participar en programas de tamizaje (mamografías, papanicolau, exámenes prostáticos, endoscopías según edad y riesgo).
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso.
- Adoptar una alimentación rica en frutas, verduras y fibra.
- Vacunarse contra el virus del papiloma humano (VPH).
4. Enfermedades respiratorias crónicas
La EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y otras afecciones respiratorias afectan especialmente a fumadores y personas expuestas a contaminación ambiental.
Prevención:
- No fumar y evitar ambientes con humo.
- Controlar enfermedades respiratorias desde etapas tempranas.
- Utilizar mascarillas en zonas con contaminación.
- Mantener al día las vacunas contra influenza y neumonía.
5. Enfermedades infecciosas (neumonías, COVID-19 y otras)
Aunque han disminuido en algunos grupos, siguen afectando a poblaciones vulnerables, especialmente niños y adultos mayores.
Prevención:
- Lavado frecuente de manos.
- Cumplir con el esquema de vacunación.
- Consultar al médico ante síntomas respiratorios severos.
- Mantener hábitos de higiene adecuados en el hogar.
Importancia de la prevención
La mayoría de estas enfermedades pueden prevenirse o controlarse con hábitos saludables, diagnósticos tempranos y atención médica oportuna. Las autoridades de salud recomiendan acudir regularmente a chequeos médicos, mantener estilos de vida saludables y vacunarse según el esquema nacional para reducir el riesgo de complicaciones graves.