La separación de Nicole Kidman y Keith Urban, tras casi dos décadas de matrimonio, ha revelado una sorprendente cláusula prenupcial que podría otorgarle al cantante neozelandés más de 17 millones de dólares, según un artículo publicado el 30 de septiembre de 2025 en Infobae. El acuerdo, firmado antes de su boda en 2006, estipulaba que Urban recibiría 900,000 dólares por cada año de matrimonio, siempre y cuando se mantuviera sobrio y libre de drogas y alcohol, una condición conocida como la “Cocaine Clause”.
Urban, quien ha hablado públicamente sobre su lucha contra las adicciones, reconoció en varias ocasiones el apoyo crucial de Kidman, especialmente tras una intervención organizada por la actriz apenas cuatro meses después de casarse, que lo llevó a rehabilitación. En la gala del AFI Life Achievement Award 2024, el músico confesó que sus problemas casi destruyeron la relación, pero el compromiso de Kidman lo ayudó a salir adelante. Si se confirma que Urban cumplió con la cláusula de sobriedad, los 19 años de matrimonio le asegurarían la millonaria compensación.
La pareja, con un patrimonio conjunto estimado en 282 millones de dólares y propiedades en Estados Unidos, Australia y Europa, también enfrenta decisiones sobre sus hijas, Sunday Rose (17 años) y Faith Margaret (14 años). En los últimos meses, la distancia física y emocional entre ambos se hizo evidente: Urban se mudó de la mansión familiar en Nashville durante su gira, mientras Kidman alternaba entre Londres, donde alquiló una propiedad por 87,000 dólares mensuales para filmar la secuela de Practical Magic, y su rol como madre.
La relación, que mostró signos de deterioro tras la muerte de la madre de Kidman en septiembre de 2024, se vio reflejada en su última aparición juntos en la final del Mundial de Clubes en junio de 2025, donde expertos notaron un lenguaje corporal distante. Fuentes cercanas, citadas por Woman’s Day, señalan que “cada uno ha tomado su propio camino”, mientras ambos continúan con agendas profesionales intensas.
