Este 1 de octubre se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis C, una fecha que busca generar conciencia sobre la importancia de la prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno de esta enfermedad silenciosa que afecta al hígado y que, si no se trata a tiempo, puede derivar en cirrosis o cáncer hepático.
En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública (MSP) estima que miles de personas viven con hepatitis C sin saberlo, ya que en muchos casos la infección no presenta síntomas en las etapas iniciales. Esto dificulta su detección y aumenta el riesgo de complicaciones a largo plazo.
La principal vía de transmisión es el contacto con sangre infectada, ya sea por transfusiones no seguras realizadas antes de la implementación de pruebas obligatorias, procedimientos médicos sin esterilización adecuada, uso compartido de agujas o elementos cortopunzantes, y en menor medida, por vía sexual.
Las autoridades sanitarias recuerdan que la hepatitis C tiene cura, gracias a tratamientos antivirales altamente efectivos, y que la detección temprana mediante pruebas rápidas es fundamental para iniciar un tratamiento oportuno.
En el país, se han fortalecido las estrategias de diagnóstico en centros de salud públicos, con el objetivo de avanzar hacia la eliminación de la hepatitis C como problema de salud pública, en línea con las metas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2030.